Se abre el telón...

Se abre el telón y aparecen dos locas desaguisadas, una con corales en el pecho y la otra con gafas torcidas.

A tientas un café entre fotografías y besos de terciopelo con aromas de rosa roja entre corazones y desvelos de noches salmantinas…Un frustrado intento de viaje atrás en el tiempo a manos de la amante más dulce y un frustrado intento de acoplar la fotografía adecuada entre mesas de forja de migas de pan.

Caminando y reparando en cada detalle de los escaparates del coliseo blanco encuentran un chiste, un recuerdo y algunos besos para llevar.

Después unos cuantos granos de arena guardados en los bolsillos sirven para ser esparcidos por unas toallas sin uso y así recordar el olor a verano, y mientras tanto, unas chanclas descarriadas andan solas en medio de un pasillo de baldosas cristalinas.

A medias una tapa en mesas cojas en la plaza del teatro, con el coche lejos de los pies sin freno. Y cosquilleos de plumas para llevar…guardados especialmente para una gran ocasión…

Dos caperucitas feroces andaban por el empedrado de las calles alcalaínas, descalzas y con miles de cosas en sus cestitas…

Maderos, tickets, listas, crêpes improvisados y alguna que otra botella de agua a medias formaban parte del atrezzo de la escena…y mientras una mano amiga en la rodilla izquierda…
Una carcajada, una salida de tono, un susto por la puerta derecha, un aplauso forzado, otros 5 que no lo fueron, unos peces que eran veces, un beso malsonante, una cara conocida, una reina roja y un escenario negro…

De fondo, algo se pudría en Dinamarca mientras dos locos decidían uno ser y el otro no ser…y el llanto desconsolado de Ofelia…

A medias una mamá sin niño y a tientas el suicidio de una Vírgen pura…
Se colaba por las grietas del suelo el suspiro de una fan inconsolada que creyó perder el tino y el contacto en la cola del pan…

Y mientras tanto, parecía salir de la calavera siniestra los nombres clipeados de los folletos de entremeses… y mientras tanto, la loca de los corales se sentía perseguida…

Un sueño con acento argentino entre bambalinas de piedra, y al fondo del patio dos amigas con ojos risueños sonreían al ver pasar a los antepasados de un tal Hamlet que un día, dicen, perdió la cabeza…

Mientras tanto, el frío de la noche se adentraba en la sala y la chica guapa se tapaba con la sábana blanca, sin que el príncipe pudiera percibirla…

Y mientras tanto…

Morir, dormir…dormir…

Soñar, morir, dormir…

Y Ser o no Ser…


Y todo…con compás de tango argentino.

Repitamos pues, más tardes así...

:)