sábado, 31 de mayo de 2008

...Mi anillo de Benceno...

En cada una de las puntas de mi benceno encuentro a un príncipe enmascarado…

El primero, por empezar por alguno de sus lados, me enseña su boca, la que sin querer me vuelve idiota; el segundo, en un descuido, me regala su sonrisa estremecedora de siempre, aquella sonrisa que hizo suspirar a todas las niñas de un colegio; el tercero, me regala su caída de ojos verdes, acompañada de esa voz que no incita más que a sentarte…y escuchar…
Si de algo tengo que señalar del cuarto, es su inteligencia abrasadora y la confianza que deja allá donde pisa y del quinto no me queda más que fotografiar, lo único que un día, en un suspiro me regaló: su mirada…
Del sexto, cual jinete del Apocalipsis, sólo recuerdo su cuerpo, de pecado, envuelto en una capa negra de terciopelo, con olor a hierba…

Nunca sabría escoger entre sus enlaces; nunca sabría, y menos ahora, saber cual de mis jinetes galopa alrededor de mi mente atolondrada…
Últimamente me resuena la cabeza demasiado…

Cada uno a su manera, cada uno con su aroma a piruleta, encuentra el haz de luz que ilumina su figura en la tarde más sombría del más triste atardecer…

Cada uno, a su manera, gira en torno a mi cabeza, como hacen los electrones perdidos en un anillo de benceno.










Gracias Patri, por hacer de una tarde horrible, una tarde de risas

domingo, 25 de mayo de 2008

Felicidades


Atrás dejas 20 flores
Que sólo tú sabes regar
Dejas 20 soles
Como tus ojos al mirar.

Tú no piensas con cabeza
Piensas sin pensar
Actúas en tu medida
Aunque flojees al caminar.

No andas sola en tus momentos
No andaste sola cuando erraste
No andarás sola ni un minuto
Mientras en mis dedos
Tus pies bailen.

Yo te quiero y tú lo sabes
Yo te admiro y tú lo sabes
Yo te entiendo, y tú lo sabes.

Ya nos basta una mirada
Ya nos basta un titubeo
Una cadencia en la palabra
Y sabemos nuestro cojeo.

Eres rosa de espina
Eres bruja con escoba
Eres madre de muchos
Y amiga de todas.

Eres princesa de cuento
Con príncipe de regalo
Siempre encuentras un momento
Para tomar un café helado.

Tú me miras dando vueltas
Yo te miro en línea recta
Tú me sabes como yo me sé
Yo te sé como tú te sabes.

Yo te quiero, y tú lo sabes
Yo te admiro, en tu coraje
Yo te quiero, mi Tereso
Así que, por favor,
No me niegues un beso.

Yo te quiero, mi Teresa
Yo te quiero, princesa
Disfruta de tus veinte rosas
Que ya estaré yo aquí
Cuando te sientas sola.

domingo, 18 de mayo de 2008

Tu boca


Si mal no recuerdo nos conocimos en un restaurante alemán, uno de esos que van y vienen como el viento, de esos en los que la gente parece que se resiste a entrar.
Recuerdo que yo venía fielmente acompañada, pero no por ello pude evitar fijarme en tu boca. Irónicamente, hablando de bocas, esa noche cenábamos allí.
Recuerdo como, precisamente, de tu boca, salían obscenas palabras, soeces comentarios y miradas lascivas hacia las chicas que atravesaban el cristal de la ventana. No te soportaba, y, sin embargo, aquí estoy escribiendo cómo descubrí tu boca.

Digamos que es una de esas bocas que no se olvida. Raramente, conocerás a alguien que hable menos con la boca que tú, que sea más misterioso, insoportable, irritante…o más inteligente, cumplido…y del que curiosamente, el vuelo de su boca deje atrás la imagen que un día te forjes.
Digamos que tienes una boca perfecta, de dimensiones canónicas y líneas rectas. Digamos que de ella, sólo salen aromas de canela, bonitas piezas…y de ella, cuelga una sutil alianza unida a una niña con aroma de naranja.
Digamos que de tu boca, cuelga un recuerdo, del que aún ni tú mismo sabes salir…o lo que es más, del que no sabes si deseas hacerlo.
Digamos que de esos tristes sollozos, que salen, de tu boca, surgen precisamente tan bellas historias.

Pongamos, ahora, que me enamoro de tu boca.
Pongamos que me pierda entre sus formas, entre sus picos bajo la nariz y sus curvas de cereza caprichosa.
Pongamos que piense, que a mí me pique en el hoyuelo, porque es tu pieza la que encaja en mi boca.
Pongamos que deliro por tu boca.
Pongamos que me pierdo en sus historias.
Pongamos que desee en mis adentros, ser el murmuro de sus besos.

Pero sólo supongamos…


Así que, de momento, pongamos que, simplemente, no puedo deshacerme de tu boca.

sábado, 10 de mayo de 2008

~Miedo~


Tengo miedo de eso que llevas
Escondido en tu boca,
De eso de lo que no salen
Más que palabras, versos y estrofas.

Tengo miedo de perderme
En cada uno de tus delirios
Miedo de encontrarme
De nuevo en el vacío.

Tengo miedo de no ser
Más que una torpe ilusión
Miedo de borrar
En ti el corazón.

De tantas cosas tengo miedo
Que ya no recuerdo
Ni uno sólo de los porqués
De estos versos incompletos.

De tantas cosas tengo miedo
Que ya no puedo imaginarme
Ni uno sólo de tus besos.

domingo, 4 de mayo de 2008

Geometría básica


Dicen que la ordenación de las pipas de girasol sigue una espiral de la que obtendríamos los números de la secuencia de Fibonacci con un par de coordenadas sobre un eje básico de dos líneas cartesianas.
Yo misma he visto las formas perfectas que se esconden en los rincones de la naturaleza: abejas de vuelo imposible, hormigas de fuerza atómica, perfecciones aerodinámicas en granos de polen, sistemas locomotores de perfección infinita, radares de máxima sensibilidad, vistas privilegiadas…
Hoy frente a la puerta de mi segunda casa, me he deleitado entre las nubes de algodón que volaban cerca de mí…eran pequeños olmos en suspensión.
Un día me dijeron que los olmos de Medicina estaban mal plantados, algún absurdo habría plantado todos los machos allí…y las hembras estarían en Biología…irónica coincidencia para el día de hoy.

Los pasillos parecían hoy desiertos, la gente estaba aún volviendo de casa; muy seguramente con lágrimas en los ojos…ya se sabe, la familia…
Sin quererlo me metí al baño, una vez más, esta vez con un mal sorbo de café frío en la boca…con una mueca de disgusto en la cara…

Mirarme hoy al espejo, no era precisamente, un deleite…pelo mal peinado, cara de insomnio, agobio en el cuello y manos, riñones hinchados…
La arquitectura de mi cuerpo podría decirse que es imperfecta:
Últimamente las rodillas me fallan más de la cuenta, y lo debido;
La cabeza parece andar por sí sola y los hombros encogerse por cada suspiro del día que pasa.

Ya un día sin quererlo, descubrí a mi nariz torcida, a mi ojo más grande, a mi pie más torcido, a mi deforme mano derecha en la tercera falange, a mis emborronada palma izquierda, y a mi pecho desviado al horizonte…

Sin quererlo, me dí cuenta de que cada uno de mis errores me hacía ser simplemente así, yo misma en toda mi imperfección absoluta y auténtica. Llena de defectos que componían precisamente la biología de mi pensamiento.

Luché psicológicamente contra mi mente, intentado arrebatarle la forma que tenía mi corazón…no dijo nada…
Busqué entonces por mis cajones y armarios, buscando alguna anotación en sucio donde alguna vez hubiera escrito algo sobre ello.
Encontré todos los armarios vacíos; no contenían más que restos de polen de olmo blanco, invitándome a sentarme.
Después de pensar y recordar, desperté de mi ensueño y busqué en el séptimo cajón del tercer armario de mi buhardilla.
Encontré uno de esos viejos juguetes que tanto me gustaban: esas cajas para meter formas de madera, pequeñas muestras de geometría en miniatura.

Curiosamente, no la recordaba, y más sorprendentemente aún…mi caja sólo tenía un agujero, en concreto, un triángulo escaleno…
Me toqué en el pantalón y descubrí que aquel día que puse la lavadora olvidé sacar una pieza que me habían regalado…intenté meterla en mi caja…

Aún lo sigo intentando, y es que el círculo perfecto no cabe en el triángulo escaleno; ya se sabe: pura geometría básica.








de fondo: el tic tac del reloj